Durante este año, no hubo un juego
que hubiera esperado tanto su lanzamiento como Batman Arkham City,
pues mientras hay otros títulos que también he
esperado durante este mismo ciclo, a estos los he esperado por razones muy
diferentes.
Es decir, he esperado el lanzamiento de The Legend of Zelda: The
Skyward Sword solo para ver que es lo nuevo que este tiene para ofrecer
a la formula que ya conocemos de sobra; esperé la salida de
Gears of War
3, para ver cuanto la serie podía madurar después de una tercera
entrega; sigo esperando la salida de Assassin’s Creed Reveleations,
principalmente con la esperanza que la serie deje atrás la estúpida idea
de ser una versión Renacentista de Grand Theft Auto; y sigo
esperando la salida de Modern Warfare 3 y Battlefield 3, para
ver cual es el mejor de los dos, aunque siendo francos no pienso comprar
ninguno.
Pero Batman Arkham City es diferente, este es el único juego que he
esperado a lo largo del año sabiendo que se iba a tratar de un título
excepcional. No debo de ser el único que estaba tan seguro del resultado
final de este título, pues cuando tomas a Batman Arkham Asylum como
antecedente, la primera pregunta que te viene a la mente es… ¿Qué otra
cosa podríamos esperar?
Batman Arkham Asylum fue un juego no menos que sobresaliente. Posee
una combinación ganadora entre la exploración del vasto mundo que
comprende el manicomio de Arkham, así como un fluido y emocionante control
de combate que hace emocionante cada encuentro a lo largo del juego.
Sí, tuvo un par de detalles no gratos hacia finales del juego, pero eso no
incapacitó a este juego de su capacidad de ser entretenido en todo el
sentido de la palabra. Y tomando en cuenta el hecho de que el motor del
juego ya se encontraba funcionando y que tuvieron dos años para
desarrollar la secuela, el resultado debía de superar el ya muy alto
estándar que el título anterior había dejado.
Y lo hizo. Nuevamente este título te hace sentir Batman en todo el sentido
de la palabra. Las capacidades atléticas de Batman te permiten superar
todo tipo de obstáculos, puedes desplazarte con gran facilidad gracias a
sus aditamentos, e incluso su capa te permite planear grandes distancias y
aterrizar sin daño alguno.
El control de combate sigue siendo tan intuitivo como siempre y puedes
desencadenar una brutal combinación de golpes que puedes repartir entre
todos los enemigos que te rodean.
Y son las habilidades de combate de Batman lo que más adoro de este
título. Realmente yo hubiera estado conforme con que este control siguiera
siendo el mismo que en el juego anterior, pero tras haber experimentado
esta secuela, me es imposible no notar los sutiles cambios que lleva a cada combate a
dimensiones totalmente diferentes.
En primera, los enemigos tienden a ser mucho más numerosos que en
Arkham Asylum; creo que ahora suelen arrojarte el doble de enemigos que
solías enfrentar anteriormente. Y una característica que sigue sin dejar
de sorprenderme es el hecho de que, a diferencia del primer juego, ahora
los enemigos tienden a atacar entre dos o tres al mismo tiempo, lo cual te
obliga a reaccionar ante todos estos cuando los veas venir, y culmina en
un vistoso contra ataque que te quitará a todos estos de encima.
Los enemigos ahora vienen en una mayor variedad; en Arkham Asylum
lograbas distinguir diferentes tipos de enemigos, pero Arkham City
va más allá; No solo los enemigos portan una indumentaria acorde a la
banda a la que pertenezcan (el Joker, el Pingüino, Dos Caras, etc.), sino
que ahora también te encontrarás con otras series de enemigos (de los
cuales no les quiero adelantar nada) característicamente más peligrosos y
mejor entrenados que los maleantes que regularmente combatías en el primer
juego.
En tercera, se ha ampliado la gama de movimientos que Batman tiene a su
disposición, lo cual te permitirá realizar combinaciones de golpes todavía
más variados a los que nos tenía acostumbrados. En realidad, se tratan de
muchos nuevos movimientos y aditamentos que Batman puede utilizar para
combatir. La única queja ahora es que quizá te pierdas entre tantas
opciones.
Pero regresando al juego en general, otra de las grandes adiciones a este
juego es la inclusión de Catwoman como un personaje jugable dentro de la
historia del juego. Solo son unas pocas ocasiones en las que te verás en
la necesidad de utilizarla y no es elemental para la historia (si es que
compraste el juego usado y no tienes el código que te permite
descargarla), pero es una atractiva variedad poder utilizar a un
personaje, quien va más allá de ser solo una cara diferente, sino que todo
cuanto ella hace es diferente a lo que Batman te tiene acostumbrado.
Solo resta hablar del tercer personaje principal del juego, en este caso
me refiero a la misma ciudad de Arkham en sí, la cual resulta un mundo por
mucho más vasto de lo que nos fuera presentado en el juego anterior.
En esta ocasión tenemos la oportunidad de desplazarnos entre las calles y
sobre los tejados de esta vieja sección de ciudad Gotham, ahora convertida
en una enorme prisión que comienza a salirse de control. El lugar se
encuentra enormemente detallado tanto en el exterior, como en el interior
de sus edificios, pues una vez que entras a alguno de estos, te
encontrarás que estos son todo un mundo por si mismos.
Como había
mencionado anteriormente, este es el primer rival digno para
Bayonetta, el anterior juego número uno de mi lista, y me ha sido muy
pero muy difícil, decidirme cual de los dos prefiero (de hecho, aún me
sigo debatiendo.)
Y mientras a ambos títulos los adoro por razones muy diferentes, es el
mundo representado en Batman Arkham City el que no me ha permitido
abandonar este juego. Un mundo que se va expandiendo y haciendo cada vez
más grande conforme lo vas explorando, pues la trama sufre de giros tan
repentinos como inesperados, nuevos villanos y peligros entran en escena y
todo esto, hace de la experiencia de jugar Batman Arkham City el
vivir una historia que parece interminable… lo cual te motiva aún más a
llegar a su completa resolución.
No me divertía tanto interrogando
criminales desde Splinter Cell Conviction.
29 de octubre del 2011
|